Los desarrolladores fueron básicamente la primera fuerza de trabajo que pudo tener acceso al mercado global de oportunidades laborales mucho antes de que la pandemia obligara al planeta a repensar cómo salir adelante en medio de esta crisis. La sociedad pasó de sentir apatía por la educación en línea a registrar un crecimiento exponencial en la inscripción en cursos virtuales, lo que deja ver que el cambio de paradigma fue integral, y transformó muchos otros aspectos de nuestra forma de vida: compras, entretenimiento, desplazamiento, alimentación y por supuesto el laboral.
Pero al parecer ser pioneros ha traído sus consecuencias, y hoy se ve que el síndrome del agotamiento del desarrollador está pasando cuenta de cobro, al nivel de sus altos salarios. Los desarrolladores viven hoy, los mayores privilegios del trabajo remoto, pero a su vez enfrentan un gran stress que puede ser mitigado, con apoyo del mercado laboral global.
Hoy los trabajadores han entendido que el trabajo remoto les permite tener tiempo con sus familias y saben que las empresas están viendo cada vez más difícil retener el talento, si esta flexibilidad no está presente en el paquete de beneficios.
En 2022 El crecimiento del interés por tener un trabajo como mínimo hibrido o idealmente 100% remoto seguirá incrementando tal como lo indican diversas encuestas, y plataformas como Google Trends, en donde un término de búsqueda como “Work Remotely”, pasó de un 49 la primera semana de Enero de 2022, al 70 en la cuarta semana de julio, no solo el valor más alto alcanzado en todo el año en curso, sino que es el segundo más alto, luego de que ha mediados de Marzo de 2020, la pandemia obligó al mundo a confinarse, alcanzara 100, el número más alto de interés en Google Trends.
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El trabajo remoto es el futuro
Uno de los portales especializados en trabajo remoto que logró consolidarse tras la pandemia es We Work Remotely (WWR), hoy registra más de 27.000 vacantes laborales exclusivamente remotas, y en su inmensa mayoría para desarrolladores, hoy se reafirma en su mantra: “remote work is the future”.
Las empresas hoy tienen acceso a un mercado laboral global de desarrolladores y otros profesionales digitales y esto puede ser una gran ventaja en la medida que les permite ser muy competitivas, al adquirir talento de alto nivel, en cualquier parte del mundo, sino que incluso se pueden terminar ahorrando una buena cantidad de dinero no solo en el salario base, sino evitando asumir algunos de los beneficios que demandan desarrolladores experimentados dentro de los Estados Unidos.
Un contrato como freelance a un desarrollador experimentado ubicado en un país de Centro o Suramérica puede iniciar a partir de USD $20 la hora, y ser muy competitivo para los estándares del país, mucho más hoy en día, cuando las monedas de estos países y de otros lugares del mundo están sufriendo la fuerte devaluación frente al dólar, consecuencia en buena medida al aumento de las tasas de interés por parte de la FED y la guerra en Ucrania, lo cual, como es claro, sigue afectando a todo el globo.
Es innegable que la economía está en una condición compleja, y es por esto que, para las empresas en Estados Unidos, disponer de talento capacitado en estas condiciones será algo que tendrán que considerar y sopesar internamente. Incluso puede ser una manera de contribuir a la disminución del síndrome del agotamiento del desarrollador, al poder liberar tareas de diferentes complejidades a sus equipos base, o que trabajan remotamente desde los Estados Unidos.
Cómo un mercado laboral global de desarrolladores puede ayudar
Es un hecho que una forma de liberar cargas a un trabajador es sencillamente contratando a otro con el que pueden dividir dichas tareas. Para la empresa esta opción, en ocasiones, difícilmente podrá ser considerada. El trabajo remoto y el mercado laboral global de desarrolladores puede ser una manera de poner esa carta sobre la mesa.
El dilema puede ser si esto va a desencadenar un deterioro en las condiciones laborales de los desarrolladores que viven en los Estados Unidos. La respuesta podría ser: no lo ha hecho hasta el momento, ¿por qué lo haría ahora?
En realidad, la contratación en modalidad de Freelancer o por contrato de servicios de profesionales geográficamente ubicados fuera de los Estados Unidos, sucede hace mucho tiempo. Solo hay que ver cuantas plataformas que ofrecen este tipo de servicios y aplicaciones han surgido luego de que Freelancer viera la luz hace 13 años. Entonces no. Mientras las compañías puedan contratar profesionales idóneos dentro de los Estados Unidos, lo harán y en las condiciones que actualmente están demandando, es decir, las mejores.
La realidad es, desde hace varios años se viene hablando de la escases de desarrolladores en los Estados Unidos, la cual no parece que vaya a cambiar, al menos por los próximos 4 años.
Lo que podría suceder en cambio, es que echando mano del mercado laboral global de desarrolladores, se mejoren las condiciones con salarios más competitivos en el mercado laboral interno, de los países en Centro y Suramérica. También puede ser cuestionable que, si el Freelancing ha estado presente desde hace varios años y dichas condiciones laborales en los mercados locales en Latinoamérica no han mejorado lo suficiente, ¿por qué lo haría ahora?
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En este caso la realidad fáctica es que sí. Los desarrolladores que trabajan globalmente en estos países pueden ver multiplicado hasta 4 veces sus ingresos, cuando son contratados para trabajar remotamente, por compañías en Estados Unidos, Canadá o Europa. Esto sin lugar a dudas está impulsando hacia arriba los salarios locales, y las compañías podrían estar en la necesidad de encontrar mejores condiciones y beneficios para retener su, igualmente escaso talento.
La barrera del idioma sigue siendo un gran obstáculo para muchos profesionales y esto no es la excepción en el mundo de los profesionales de la programación, por lo que éste sigue siendo básicamente la única excusa para un programador no esté hoy buscando la forma de conectar laboralmente y remotamente, con una compañía en el exterior.
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Mercado Global puede mitigar el agotamiento del desarrollador.
Mitigar y combatir efectivamente el agotamiento del desarrollador puede darse al liberar las cargas, ampliando la base de desarrolladores, sin incurrir en los gastos que implicaría contratar un nuevo desarrollador, mediante la vinculación de uno del mercado global.
Entonces, podríamos contar con una estrategia integral para la compañía no solo para atraer el mejor talento ahorrando mucho dinero, sino que lograría ser un medio muy efectivo con el cual pueden liberar las grandes cargas que hoy sienten sus desarrolladores de planta, y que constituyen una de las principales causas del agotamiento.
Parece un poco irónico que los desarrolladores, que han sido pioneros prepandemia y los mayores beneficiados del trabajo remoto, hoy se estén enfrentando a las consecuencias negativas que conlleva el mismo. Las cifras pueden ser escandalosas. Una encuesta publicada por Haystack Analytics, reveló que, en Reino Unido, un 83% de los desarrolladores podrían estar sufriendo de agotamiento.
Los factores causantes del agotamiento en los desarrolladores son tanto internos como externos y es por esto por lo que las empresas deben tomar medidas para evitar que sus desarrolladores alcancen estos niveles de stress. Gerentes deben ir de la mano de los departamentos de recursos humanos para encontrar las diferentes acciones que tanto el gerente como el desarrollador pueden implementar para reducir el stress y el agotamiento, manejando los factores que están bajo su control.
Para la compañía, la respuesta a mitigar y combatir efectivamente el agotamiento del desarrollador puede estar en liberar las cargas, ampliando la base de desarrolladores, sin incurrir en los gastos que implicaría contratar un nuevo desarrollador, mediante la vinculación de un desarrollador del mercado global. Esto, sin el riesgo de iniciar un detrimento de condiciones para los desarrolladores en los Estados Unidos, pero por el contrario con la posibilidad de impulsar un efecto que eleve las condiciones salariales en el mercado local en Latinoamérica.
