Casi una década desde su lanzamiento, la evolución de los MOOCs se había estancado, pero esto ha cambiado ya que los MOOCs han tenido un nuevo aire y despertado un interés en los últimos 3 meses, por cuenta de la pandemia y el confinamiento a nivel mundial. Este boom puede ser clave para el impulso de la transformación digital.
Han pasado casi 10 años desde que en octubre de 2011, la Universidad de Stanford iniciase un proyecto piloto en el que ofrecían de manera abierta, online y gratis al público, 3 de sus cursos habituales para sus estudiantes en el campus. El proyecto piloto, creo tanta expectativa y fue tan exitoso, con una respuesta exponencial de estudiantes registrados, que luego de 12 meses, ya estaban ofreciendo 250 cursos online desarrollados por 40 de las mejores universidades del mundo, en su mayoría de los Estados Unidos. El proyecto se llamó Coursera.
Hope everyone is as excited for the official start of mlclass, @dbclass and @aiclass on October 10th as we are! ~ The ml-class Team
— Coursera (@coursera) October 8, 2011
En ese año el interés despertado por el público con Coursera, el proyecto de Stanford que crecía en usuarios registrados a tasas nunca vistas en el entorno educativo (1.7 millones de estudiantes en 3 meses), disparó las alarmas de quienes venían trabajando en proyectos similares. Es así como rápidamente entró al juego una plataforma del Instituto Tecnológico de Massachusetts en alianza con la Universidad de Harvard: edX, que en su primer curso abierto logró registrar 370.000 estudiantes. Otro proyecto esta vez de iniciativa privada fue Udacity, que el mismo año registraba 170.000 estudiantes al curso llamado “Introduction to Artificial Intelligence”. En el viejo continente también se unieron a este movimiento creando a finales de 2012 Future Learn, una plataforma de MOOCs que reuniría a las mejores universidades del Reino Unido.
Ese año, 2012, fue el año en el que la disrupción educativa tuvo su gran momento, por cuenta de esta revolución, de la cual no se sabría aún su potencial, pero fue tan fuerte el movimiento que el New York Times lo llamaría “El año del MOOC”.
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Ha pasado casi una década, y mucha agua corrió debajo del puente del e-Learning. A pesar de que el mercado mundial está dominado por plataformas que se pueden contar con los dedos de una mano, se han creado cientos de plataformas MOOCs que ofrecen su oferta académica, la mayoría con buenos estándares, gracias al impulso y democratización de las nuevas tecnologías, cumpliendo su papel principal de capacitación en competencias laborales puntuales.
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MOOCs PARA TODOS LOS GUSTOS
Los MOOCs, que en principio fueron pensados para ofrecer formación en temas en mayor medida tecnológicos, tales como lenguajes de programación, inteligencia artificial o ciencia de datos, hoy en día abarcan todas las temáticas que un profesional en cualquier área podría estar buscando. Es así como, se pueden encontrar MOOCs, en áreas de la salud, MOOCs sobre economía, MOOCs sobre derecho, MOOCs, sobre Arte, Historia, Filosofía, etc. Son muchas las opciones y lo importante es que el interesado tenga la posibilidad de buscar y tener clara su necesidad puntual.
¿Y LA CALIDAD DÓNDE QUEDA?
El hecho de existir plataformas con una voluminosa oferta académica con decenas de miles de cursos, como es el caso especial de Udemy, es posible que cuestione la calidad del contenido académico. Sin embargo, cuando diferentes empresas como por ejemplo Pinterest entre otras, confían la capacitación de sus empleados al programa para empresas de Udemy, hace que se deba reconsiderar ese imaginario. Plataformas como Coursera y edX tienen una oferta de unos 7.000 cursos sumadas. Puede ser pequeña al compararse con el caso de Udemy, pero en realidad es un catálogo lo suficientemente amplio como para abarcar infinidad de intereses de formación. Personalmente debo decir que es un deleite buscar entre cientos de cursos geniales, el que pueda cubrir de manera precisa un interés específico. Eso no es muy fácil de encontrar en cualquier otro escenario.
Esa particularidad única se hace más evidente, cuando pensamos que en cada plataforma como edX, Coursera o Future Learn confluye la oferta de centenares de instituciones educativas, de primer nivel mundial, además de compañías prestigiosas que ofrecen por medio de la infraestructura tecnológica de estos “Marketplace” de MOOCs, no solo cursos de corta duración, sino estudios más avanzados de certificación en diferentes tecnologías.
La calidad del material está más que garantizada. Es decir, por ejemplo si Google ofrece por medio de Coursera, un Certificado Profesional en Automatización en Tecnologías de la Información, compuesto de 6 cursos MOOC, será muy difícil encontrar una oferta académica de un nivel más alto sobre dicha temática en otro escenario.
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LOS MOOCS Y SU PAPEL RENOVADO EN 2020
La pandemia ha despertado un interés renovado en la educación virtual. Es un hecho. Las plataformas de MOOCs se han dado cuenta del importante papel que pueden jugar y han actuado con estrategia y generosidad. Coursera por ejemplo, ha decidido ofrecer todo su catálogo con acceso a certificaciones por tiempo limitado para estudiantes universitarios, quienes podrán acceder mediante el convenio que su universidad implemente con la plataforma, el cual no pasa más allá de cumplir un proceso de registro directamente por personal de la universidad interesada. Por otro lado, Coursera ha ofrecido a los gobiernos del mundo la posibilidad de ofrecer un apoyo por medio de las agencias de empleo, brindando igualmente acceso a cursos certificados a ciudadanos que hayan perdido su empleo. Por si fuera poco los estudiantes de universidades que no hayan tramitado el registro oficialmente podrían de manera individual registrándose con su correo universitario. Faltando dos meses para el fin de este beneficio, el cual finaliza el 31 de julio, Coursera ya ha ganado 10 millones de nuevos registrados.
Sin duda un éxito. A pesar de que estos usuarios no están pagando por sus cursos, la tarea de evangelización en el uso de las plataformas de educación virtual será de gran ayuda para el futuro cercano que tendrá que enfrentar el mundo, y sin duda esta estrategia le traerá beneficios a mediano plazo a plataformas como Coursera y otras ya que, aún parecen existir barreras mentales para que la educación virtual entre con mayor fuerza y sea aceptada como opción de formación en las mayorías.
Watching @FutureLearn CEO @urbangenie talk about the slow pace of change in the pre-pandemic HE sector pic.twitter.com/W3xznKsGaD
— ˗ˏˋ Doug Belshaw ˎˊ˗ 🇪🇺☠️✊ (@dajbelshaw) June 4, 2020
LAS DIFERENTES PROPUESTAS EN LAS PLATAFORMAS DE MOOCs
El concepto de los MOOCs se basa en la democratización de la educación de calidad. Esto en el caso de Coursera, edX o Future Learn se materializa al ofrecer acceso a clases de las más prestigiosas universidades del mundo. Estas plataformas han evolucionados los estudios a ofrecer, pasando de pequeños cursos cortos, a programas especializados, certificados profesionales y estudios de pregrado y posgrado online. Sin embargo, otros proyectos apelaron al concepto de la democratización, esta vez no abriendo la educación de calidad a millones de estudiantes, sino ofreciendo la posibilidad de enseñar a miles de profesionales, que no necesariamente tienen que contar con experiencia en docencia, sino que el mayor insumo y diferencial será su propia experiencia en la temática del curso. Es así como Udemy, una de las plataformas de educación virtual más popular del mundo, ofrece a miles de personas la posibilidad de crear cursos dentro de su sistema de e-Learning y ofrecerlos a decenas de miles de personas. La calidad en el caso de Udemy, la garantiza una masiva valoración de miles de estudiantes. Obtener por ejemplo una valoración de 4.7 sobre 5 promedio, de por ejemplo 40.000 personas, como lo logran, algunos de los cursos más populares, debería ser un punto fuerte de consideración para decidirse por un curso de Udemy.
Algunas plataformas han continuado en la búsqueda de nuevas propuestas y es en donde se ven casos como el de edureka! que ofrece a sus estudiantes, la posibilidad de contar con un instructor casi personalizado que los guiará durante todo el curso. Este concepto le da la vuelta a como fueron concebidos los MOOCs inicialmente, en donde al tener una convocatoria masiva harían muy difícil un seguimiento riguroso como el vivido en la educación presencial, y por eso se planteó un sistema de formación autodirigido, por medio de la automatización de muchos procesos. Con edureka! Los estudiantes tienen una experiencia educativa que les permite un seguimiento y supervisión en tiempo real por parte un instructor, y esto, de acuerdo con edureka! les ha permitido alcanzar una de las tasas más altas de culminación, cambiando otro aspecto en el que los MOOCs, en especial cuando se trata del nivel básico, presentan falencias, como lo es tener una alta tasa de abandono.
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Este modelo de seguimiento y dedicación implica por supuesto mayores recursos humanos para ser viable, por lo que los valores de un curso en edureka! son más parecidos a los de la educación presencial, pero con la versatilidad que ofrece la educación virtual. De hecho, en eso también han evolucionados los MOOCs, ya que hoy en día hay una variedad de opciones cada vez más complejas y avanzadas, como lo hacen Coursera, edX o Futures Learn, y edureka! al ofrecer por medio de su infraestructura teconlógica, oferta de pregrado y posgrado de universidades prestigiosas.
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— Edureka (@edurekaIN) May 9, 2020
El futuro de la educación virtual ha tenido un nuevo impulso en 2020, irónicamente como consecuencia del covid-19. Las plataformas virtuales pueden contribuir en el impulso que deben tener los trabajos del futuro. Hasta el momento, escuchamos sobre la alta demanda de desarrolladores y científicos de datos, pero sigue existiendo poca oferta de formación en esos frentes. Muchos de los que trabajan en estas tareas se han formado con cursos cortos de Coursera, edX, Future Learn, edureka! o Udemy. La crisis mundial está obligando a la fuerza a la adopción de la transformación digital, y ya hay varios proveedores educativos a la altura de los requerimientos.
